Después de los avances de la Segunda Revolución Industrial, surgen una serie de corrientes innovadoras en algunos países europeos. Cada una de las naciones le llamó de un modo distinto y en Barcelona apareció el Modernismo, un movimiento cultural que buscaba modernizar la sociedad catalana.
El Modernismo se desarrolló en muchas disciplinas artísticas, tales como la pintura, la escultura, la música o la literatura. Pero, lo cierto es que su aplicación más destacable fue la de la arquitectura, que sufrió una auténtica transformación, tomando como centro neurálgico de sus ideas, la ciudad de Barcelona.
De la mano de un guía experto te adentrarás en esta corriente artística, que se ha convertido en la característica principal de la Ciudad Condal.
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